Un día, iba caminando por la calle y decidí entrar a comprar un refresco, cuándo estaba apunto de tomar la botella, una mano torpe se cruzó con la mía. Sentí escalofrios, los cuales jamás había sentido.
Tartamudeando me pidio disculpas, no pude evitar soltar la risa, pero me pereció bello su rostro totalmente rojo de pena. Le dije que todo estaba bien, ella insistió en reparar su "gravisimo daño" -No fue para tanto- y me compró mi refresco.
Salimos de la tienda y empezamos a caminar un rato, hablamos de muchas cosas y de nuevo regresó ese tono tembloroso y me preguntó si tenía algún incoveniente si le daba mi numero telefónico. De nuevo me hizo reir, agacho la mirada y dijo -Entiendo- me sonrió y volvió a decir -Algún día nos veremos de nuevo- Entonces fué cuándo entendí por que habia agachado la mirada y la detuve...
-Espera, esa no fue mi intencion- alcanse a decir antes de que fuera más lejos y regreso con una mirada confundida.Me preguntó -Entonces, ¿Por qué reirse?- conteste -¿Alguna vez te han dicho qué te ves chistosa cuándo te tiembla la voz?. Sólo soltóuna risita.
Voltee a verla y le dije -Anota- Sacó su teléfono y tecleó mi número, me volteo a ver y me dijo -=)Nos veremos pronto-
Ese fue el día que la conocí. Empezamos a salir mucho, ibamos al cine, al parque, a un bar... Cualquier lado era divertido si iba con ella.
Entonces un día descubri que estaba enamorada de ella a más no poder, y no sabía que hacer, mi madre tenía la idea de que gente homosexual terminará en el infierno, me daba miedo su reacción, pero no me importaba, solo quería estar con ella.
Ella se veía feliz conmigo, y un día me decidí a declararle todo mi amor. Ese fue el día más feliz de mi vida. ESTABA ENAMORADA Y ELLA ME CORRESPONDIA
Y así empezamos a salir, y mi madre ya estaba muy neriviosa, habia tomado muchas veces el teléfono para escuchar nuestra plática, habia leido muchas notas que yo hacia. Pero, yo no tenía el valor para decirle que pasaba conmigo.
Un día estaba en mi cuarto, y ella vino a verme, era tan tarde que de alguna manera logro llegar a mi segundo piso y meterse por la ventana, y ahí nos quedamos pláticando toda la noche y nos quedamos dormidas. Por la mañana entró mi madre, soltó un grito y la corrió casi a palos.
Regresó a verme y me soltó esa mirada, que dice -Acabas de desilusionarme- Me pare y fui a hablar con ella. Le pedí perdón por habernos encontrado de esa manera. Le dije que le quería decir que pasaba conmigo, pero en realidad me daba miedo.
Mi madre callada escucho todo lo que tenía que decir y me dijo -Ya hablaremos- No me gustó su tono, demonios! Ya no tendría permisos para salir.
Pasó una semana sin escuchar la voz de mi madre y entonces, llegó a mi cuarto y me dijo -Como tú no tienes control sobre tú vida, he decidido que es hora de casarte y encontre al MARIDO perfecto-
NOOO NOOO NOO!!! En cuanto escuche marido, sentí morir por dentro!.
¿Por qué mi madre me quiere arruinar mi vida?
¿No se supone qué yo soy una persona muy importante en su vida?
Grité muchas veces no, y aún asi, no me hizo caso.
Llegué a mi cama con los ojos llenos de lágrimas, es que no podía creer que mi propia madre me quiera arruinar la vida. No dudé y le llame a ella, le dije que pasaba y ella no pudó evitar que me diera cuenta que estaba llorando.
Con una voz triste, que me partió el corazón me dijo -Pase lo qué pase, yo te amaré más allá del sol- Sabía que algo haría.
Así fue, vinó a mi casa a hablar con mi madre, y no logro nada, apesar de echarle en cara que podría arruinar para siempre mi vida. No le importó y la volvió a correr.
Ella seiguió su camino y una hora más tarde, toco la ventana y la abrí, ese momento, al verla al tocarla, al abrazarla sentí que todo estaría bien.
Me pidió que escapara con ella, yo no podía, aún era menor y ella sólo me llevaba un año. Mi madre que estaba en el jardín vió que ella estaba en mi segundo piso y llamó a la polícia.
Después de eso, ella no podía estar cerca de mi a más de 10 metros, que siempre era un infiníto, no puede ser que estemos tan cerca y a la vez tan lejos.
Según los planes de mi madre, me casaría un mes después de haber cumplido la mayoría de edad. Siempre me pregunté por qué mi madre me hacía sufrir de esa manera.
Conocí al tipo, y empezamos a hablar mucho, era lindo y tierno pero jamás como ella. Un día hablando de amores, me preguntó si yo había tenido un amor para recordar por siempre, naturamente le dije que si, me preguntó como era, y le dije de ella.
Su gesto de ese dpia fue tan extraño, pero seguía hablando con ella, siempre me pedía que nos escaparamos juntas, pero eso significaba cárcel para ella, NO PODIA!
Llegó mi cumpleaños y me hicieron una fiesta increíble pero aún así seguía triste, ella no estaba cerca y recibí un mensaje que decia -Sal rápido!- Sin dudar, salí y ahí estaba ella, corrí y no dudpe un segundo en abrazarla y me dijo -Feliz cumpleaños =)- Me entregó una cajita dorada y la besé, después de eso me dijo de nuevo -Lamento no quedarme más tiempo, disfruta esté día. Te amo- Y así se fue.
Mi madre salió a buscarme, por suerte ella ya no estaba cerca y me volvió a mirar de esa forma como cuando nos encontró profundamente dormidas. Pero no podía hacer nada, no tenía pruebas de que ella había estado ahí, con eso me bastaba.
Me había regalado una pulsera de oro con nuestras iniciales grabadas, siempre la llevaré puesta.
Llegaba ese estúpido día, y yo no podía revelarme, NO QUERIA CASARME CON EL! pero era eso o ella en cárcel, tenía que hacerlo.
Llegó el día, y estaba yo llorando de nuevo en mi cama y le llamé, me volvió a decir -ESCAPATE CONMIGO!- No podía, la amaba tanto que no podia hacerle daño.
Pasó la misa, la cena, el bale y entonces el me dijó -Sé que la amas tanto como nadie entenderá, tan pronto como se pueda, te dejaré en libertad- No podía de la emoción al escuchar esa frase!!
Entonces la llamé para decirle esa noticia tan increíble que parecía ser mentira, pero me encontré con la noticia de que ella, ese día de mi boda armada por mi madre, había decidido quitarse la vida.
Ella murió por amor y yo me morí con ella.
NOTA: Todo lo leído arriba fue creado por mí. Algún parecido con la realidad es mera coincidencia.